Elle me dit

miércoles, 28 de agosto de 2013

Pourquoi tu gâches ta vie?

Para qué negarlo, darse cuenta de ello cuesta casi tanto como aceptarlo una vez que lo sabes. Los humanos somos así, nos gusta estrellarnos contra nuestros errores y fingir que fueron aciertos. (O, al menos, que nos creemos que fueron aciertos).

A veces toca, si no retirarse, sí abandonar el campo de batalla. Momentáneamente, para volver con energías renovadas y mil locuras nuevas en la cabeza. Volver hablando de epicidades como si fueran el pan de cada día, volver pretendiéndonos héroes donde solo nos consideramos dueños del papel y la pluma... Necesitamos esos descansos, ¡nadie aguanta por siempre!

Y, en contadas ocasiones, esos descansos te hacen ver que no te equivocaste, que estabas en lo cierto todo el tiempo. Que ya ha llegado el momento de decir adiós, de abrir los ojos a un mundo diferente del que ya conoces. Que no desperdicias oportunidades si lo que estás haciendo no te merece la pena.

¡Sigo teniendo el mismo complejo de vikinga matadragones de siempre! Luchando por ser más alta, más fuerte, más imponente, más poderosa, más dueña de mis palabras y de mi vida. Luchando por convertirme en el ejemplo que no acabo de encontrar, luchando por ser una persona mejor.

Pero, aunque haya vuelto a mis guerras y siga teniendo tinta en las venas, hasta yo me doy cuenta de cuándo me estoy acercando al final. (Y de que, al menos esta vez, no voy a vencer).

"Por el valle de la muerte, cabalgaron los seiscientos"
-A. Tennyson 
De un pajarito llamado Azul. Con la tecnología de Blogger.

Qui est-ce?

Mi foto
Azul
15. Quería ser una batalla, pero me quedé en persona. Tres victorias a mis espaldas (y mil sueños en el futuro).
Ver todo mi perfil